“En Provincia no falta gas: lo que falta es vergüenza”, dijo un vecino mientras calentaba agua con la plancha.
En un giro creativo (y un poco desesperado), Axel Kicillof anunció el relanzamiento del programa “Gas para Todos”, ahora con nuevas prestaciones: incluye un paquete de fósforos, una vela aromática de eucalipto y una estampita de San La Mufa, santo patrono del enchufe flojo.
De la garrafa al sarcasmo
La conferencia fue breve. Kicillof, rodeado de funcionarios congelados (literalmente), explicó que la crisis energética en la Provincia no es por falta de previsión, sino por exceso de karma colectivo.
“El pueblo tiene frío, pero también calor de patria. Así que repartan amor. Y velas.”
—dijo mientras se arropaba con un poncho tejido por estudiantes de sociología.
¿Dónde está el gas?
Mientras las estufas no encienden y el termotanque se volvió una pieza de museo, el nuevo plan incluye un curso acelerado de cómo soplar las manos sin parecer un flautista andino.
También habrá talleres municipales de fogata en patio interno, y tutoriales para encender braseros con restos del boletín oficial.
En Quilmes ya se viralizó el “Desafío Kici”: prender fuego una frazada sin llorar.
Reacciones del pueblo mandril
Un jubilado de Lanús exclamó:
“Yo tengo gas natural… pero lo mío es de porotos, no del Estado. ¡Este plan es un chiste, pero ni gracia tiene!”
Otra vecina de Avellaneda comentó:
“Me mandaron una vela de vainilla. Ahora mi casa no se calienta pero huele a postre. Gracias Axel.”
Y un tuit viral resumió el asunto:
“Plan Gas 2025: 2 fósforos, 1 vela, y si te quejás, te mandan a estudiar física con Baradel.”
¿Dónde va la plata?
El plan demandará una inversión simbólica de 0 pesos. El gobierno aclaró que los kits de emergencia “se entregan en bolsitas recicladas de campañas del 2011”. También vendrán con frases inspiradoras como:
- “El frío es mental”
- “Congelado pero militante”
- “No es ajuste, es reconexión ancestral”
En síntesis mandrilística
El progresismo nos prometió calefacción popular, pero lo único que calienta es la bronca.
El “Plan Gas” no es una política pública: es una perfomance experimental para ver cuánto tarda un argentino en transformarse en esquimal sin quejarse.
Pero ojo, todo tiene su lado positivo: ahora el pueblo redescubre el fuego… porque el Estado no sabe ni encender una hornalla.
Mandrilandia Energética